Este artículo de Camila Pinzón y Juanita Fonseca fue publicado originalmente con el título "Infraestructuras de arribo: una aproximación al espacio migrante en ciudades destino como Bogotá" en el número 30° de la revista Dearq el 01 de mayo de 2021 (DOI: https://doi.org/10.18389/dearq30.2021.07).
En el marco de estudios recientes sobre flujos migratorios, se han identificado dinámicas y conceptos que ayudan a entender su relación en el espacio urbano y la ciudad, útil para arquitectos, urbanistas y diseñadores. A partir de un repaso de los conceptos, el artículo se cuestiona la relación con el caso latinoamericano y se reflexiona sobre la utilidad de la definición de los términos ciudad arribo, infraestructuras de arribo y porosidad, para una posible investigación en Bogotá.
A continuación, lo presentamos como parte de una colaboración conjunta para contribuir a la difusión de investigaciones, análisis y opiniones que la comunidad académica nacional e internacional elabora sobre la arquitectura, los temas de la ciudad y las áreas relacionadas.
Presentamos un artículo de reflexión enfocado en las posibilidades para acercarse al tema de la migración en Latinoamérica desde lo espacial. En este artículo nos interesa reflexionar sobre el rol que arquitectos y diseñadores puedan asumir para aproximarse a la espacialidad de la migración en nuestras ciudades y agendar posibles direcciones de profundización.
Para hacerlo, estudiamos los conceptos de ciudad arribo, infraestructura de arribo y porosidad. Este repaso nos permite ejemplificar la relación entre el espacio y el proceso social de llegada que los autores reclaman. Luego confrontamos los conceptos para investigar la utilidad de incorporarlos a estudios y posibles escenarios de actuación en el espacio urbano.
Esto nos lleva a describir algunos aspectos de Bogotá en el contexto de estos conceptos e identificar puntos de partida para un futuro estudio sobre infraestructuras de arribo, y nos permite concluir sobre la importancia de la relación entre redes, espacios y actores que el concepto nos aporta.
La migración en las ciudades
Las dinámicas más recientes evidencian que las ciudades en el mundo están bajo presión de dinámicas de migración. Los estudios y los informes sobre migración coinciden en anotar que las ciudades son las que absorben los flujos y, por lo tanto, son los lugares con mayor exposición a cambios. La publicación Inmigrando: fortalecer ciudades destino muestra cómo de la población que migra, el 25 % lo hace fuera de su país de origen y el 75 % lo hace internamente. Debido a la importancia en la relación entre el desarrollo social y económico, la migración se ha convertido en especial foco de atención como eje de políticas de apoyo por parte de organismos internacionales. Han identificado que hoy su aporte al desarrollo económico de las ciudades representa una contribución del 9,4 % del producto interno bruto mundial.
El espacio del migrante está intrínsecamente atado a su trayectoria; de donde viene, por donde pasa, hacia donde va, adonde llega y si se queda, cómo lo hace y cómo se conecta y adapta en el tiempo. La última parte del trayecto es pertinente al espacio urbano. En este escenario se desarrollan los conceptos objeto de este artículo. Estos contribuyen a entender el lugar adonde llegan los migrantes y los factores de los cuales dependen para integrarse y permanecer, así como prosperar desde la movilidad social. A partir de la ciudad arribo y las infraestructuras de arribo, se describen los aspectos que influyen en la llegada y las implicaciones sobre el espacio del migrante para el diseño urbano y el urbanismo.
La ciudad arribo
Aunque no es el primero en explorar la migración desde la espacialidad, Doug Saunders identifica características en los procesos de llegada e integración en su libro Arrival City, acuñando el término que aquí nos referimos como la ciudad arribo. Saunders define la ciudad arribo como el espacio de transición que aparece en la ciudad producido por la migración del campo a las ciudades. El contacto del migrante con la ciudad se forma por la incidencia de circunstancias institucionales, sociales, económicas, entre otras, en el espacio. Esto determinará la posibilidad del migrante de acceder a oportunidades y de su subsecuente movilidad social. Este lugar de llegada y los procesos sociales que se dan ahí es el espacio que el autor nos invita a estudiar.
Saunders describe lugares de llegada con historias personales de migrantes circunscritas a barrios en diversas ciudades del mundo. La migración se manifiesta en un tipo especial de espacio urbano, similar en los distintos casos por las redes de relaciones humanas y las funciones que se establecen en el espacio, independientemente de sus diferentes características físicas y espaciales.
En Los Ángeles, Saunders narra la forma como migrantes centroamericanos transforman un barrio, del cual sus antiguos habitantes buscaban escapar hacia los suburbios, en un barrio pujante. Aquí locales y bodegas en abandono se utilizan para actividades económicas y de emprendimiento, enriqueciendo la vida pública y ofreciendo redes de llegada a nuevos migrantes. Otro caso de ciudad arribo con características físicas muy diferentes es Slotervaart, en Ámsterdam. Slotervaart es un vecindario de periferia esencialmente residencial y monofuncional, con edificios en barra aislados y “planeado desde un escritorio municipal”. Slotervaart, un área en la que en la década de 1990 aproximadamente la mitad de su población era originaria de Marruecos, fue objeto de un proceso de renovación urbana ilustrado en la figura 1. En este proceso se generaron espacios en los primeros pisos y nuevas tipologías que, junto con mecanismos jurídicos, dieron oportunidad a los residentes de desarrollar negocios y nuevos emprendimientos en el barrio. El rol de la economía local en la integración y adaptación de migrantes y la incidencia en el espacio para lograrlo es similar a la de Los Ángeles.
En ambos ejemplos, las oportunidades para la comunidad de origen migrante se generan por el tipo de espacio adaptado para los emprendimientos y la reglamentación que facilita su gestión. A medida que los migrantes estabilizan su negocio, no prosperan solos, se deriva en mayor oferta de empleo para habitantes locales y también se convierten en referentes para los familiares y conocidos que llegan a las ciudades.
Las infraestructuras de arribo
Lo planteado provoca la profundización y subsecuente contestación sobre la ciudad arribo por parte de Meeus, van Heur y Arnaut. Su principal crítica a Saunders es que circunscribe el proceso atado a un determinado espacio o áreas urbanas delimitadas. Para estos investigadores, si bien es cierto que los procesos en el espacio determinan el acceso a oportunidades para el migrante, la trayectoria hacia la estabilidad es diversa, incluye diferentes sistemas urbanos que transcienden el límite geográfico del barrio, hacen parte de otras escalas y son de carácter cambiante y temporal. Lo que los autores denominan infraestructuras de arribo son las estructuras que hacen posible la producción y negociación de las relaciones y soportes para acceder a recursos funcionales, simbólicos y sociales, donde el migrante se puede mover para encontrar estabilidad. Estas estructuras se construyen a partir de interacciones que toman diversas formas, por ejemplo, contactos familiares y agentes de información, mediadores y facilitadores, redes sociales en internet, colectivos activistas y fundaciones, y los espacios donde las conexiones suceden, como el espacio público, un café internet, un templo religioso, un centro de idiomas, refugios, etc. El ensamble no planeado de estas estructuras genera posibilidades para que el migrante pueda establecerse en el tiempo.
La investigación de Suzanne Hall y Ayona Datta reconoce lo anterior en las calles comerciales, cotidianas, en zonas multiculturales de ciudades del Reino Unido. La ubicación en la confluencia de escalas mantiene negocios que atienden la demanda local y que propician la aparición de emprendimientos de diferentes generaciones de migrantes que aluden a una escala translocal y a una escala transnacional. Las calles del estudio acogen múltiples soportes de arribo e intercambios. La figura 2 ilustra una tipología del local comercial que constata la diversidad: se atrae clientela con un aviso bilingüe, a la entrada el local ofrece productos ingleses, luego se organiza la mercancía importada y al fondo hay espacio para pequeños emprendimientos (remesas, internet o peluquerías). Tales emprendimientos impulsados por migrantes se convierten en lugares para ayudar a compatriotas y, a veces, suple necesidades de otros migrantes. Además, los casos que explora Suzanne Hall evidencian cómo la conexión con los lugares en los países de origen, o la escala transnacional permite a los migrantes acceso a la movilidad social en el lugar de llegada.
La organización social local y translocal guía el análisis e intervención de los espacios de migración se observa en el trabajo del Estudio Teddy Cruz y Fonna Forman. En la región fronteriza de Tijuana-San Diego se concreta el proyecto Estaciones comunitarias UCSD. El proyecto inicia con el desarrollo de casa familiar en la periferia de San Diego, liderado por la organización que ayuda a la integración de migrantes ofreciendo asistencia legal y actividades comunitarias. El Estudio gestiona el espacio como mediador entre comunidades e instituciones con un programa creado desde la participación que propone: vivienda, salón cívico, teatro y servicio social. A partir de esta experiencia, la articulación entre diferentes actores se convierte en un componente protagónico en las estaciones comunitarias. Las estaciones son cuatro centros localizados en zonas periféricas de ambas ciudades. En estas participan los migrantes, la universidad, las fábricas (maquilas) y organizaciones no gubernamentales. La figura 3 muestra las redes e interacciones en estos espacios colectivos de pequeña escala que cambian según el lugar donde se interviene. En el proceso de definición, construcción, culminación y puesta en marcha de los centros, el espacio representa la oportunidad para que el migrante establezca relaciones o conexiones con el lugar a través del trabajo.
Ambos casos demuestran una aproximación al espacio donde se ensamblan las redes de conocimiento e información, vinculadas al proceso de acomodación, y la forma como trayectorias locales y translocales interactúan en el espacio asimilando situaciones cambiantes y temporales.
La ciudad destino y porosidad
En el contexto de Latinoamérica, donde las dinámicas migratorias se definen por su condición intrarregional, Felipe Vera y Verónica Adler proponen que la función de la ciudad, a una mayor escala, está definida por su rol en el proceso de migración. Dentro de las diferentes etapas de la trayectoria migrante, los autores identifican el rol de la ciudad en el proceso de llegada como ciudades destino. Estas son atractivas por ofrecer oportunidades para la llegada, la integración y la adaptación.
La ciudad destino atrae no solo por las oportunidades que ofrece, sino por lo que los autores describen como porosidad. La porosidad de una ciudad destino se define a partir de las posibilidades institucionales y jurídicas, de redes sociales y espacio urbano, que ofrece al migrante para conectarse a su llegada. Al igual que en los conceptos anteriores, se reconoce el rol de las redes, actores y plataformas en la llegada del migrante a la ciudad. La porosidad equivale a la forma en que la comunidad migrante accede a los recursos a través de distintas estrategias.
El concepto de porosidad hace hincapié en la recepción de la migración desde un ámbito institucional sin considerar explícitamente la relación con la espacialidad y otras formas de organización. Un ejemplo de espacialización del concepto de porosidad se observa en la estrategia que propone el Centro Integral de Atención al Migrante en Bogotá, que concentra varias entidades estatales para la consulta de diferentes servicios como estatus de migración, empleo, vivienda y salud. Una sucursal de este centro en la Terminal de Buses de Bogotá apoya a los migrantes a su llegada, facilitándoles consultas de carácter transitorio.
Considerando que nuestra intención es abordar el espacio de la migración desde la arquitectura y el urbanismo, en las ciudades destino de Latinoamérica es relevante estudiar los procesos que informan el espacio urbano. En el marco de este objetivo, los estudios que trabajan el concepto de infraestructuras de arribo proveen herramientas para profundizar en los ensamblajes de redes y espacios en el momento de llegada y de adaptación. A continuación, hacemos una aproximación a la posible influencia que los términos discutidos pueden tener en una futura profundización en el caso de Bogotá.
La mirada al espacio migrante en Bogotá
En la historia de la conformación y crecimiento de Bogotá como ciudad capital han participado los migrantes que provienen de otras regiones del país por oportunidades laborales y comerciales, educación o violencia. Su primacía económica ha atraído la migración rural-urbana. En su historia reciente, la dinámica se ha caracterizado por la llegada de personas desplazadas, desde 1985, y por la llegada de venezolanos, desde el 2003. De la población en Bogotá, hoy viven 354.633 personas que representan casi el 4 % de las víctimas de desplazamiento y 393.351 venezolanos, que constituyen el 20 % de los inmigrantes en Colombia. Sin estimar a otros migrantes, estos datos en su conjunto representan del 10 % de los habitantes de Bogotá y ello indica la relevancia de la dinámica migratoria para la ciudad. Además de la clasificación que Vera y Adler le atribuyen por su rol en la recepción de migrantes venezolanos, la dinámica regional que presenta hoy Bogotá y sus alrededores ratifica su lectura como una ciudad destino.
De manera especulativa, en Bogotá reconocemos varios procesos que hacen parte de las infraestructuras de arribo. Programas públicos como el Centro Integral de Atención al Migrante, el permiso especial de permanencia, el derecho a educación y a la atención a mujeres embarazadas son formas institucionales asociadas a la idea de porosidad. Las agencias de envío de remesas, las plataformas digitales y las redes sociales en internet la mediación en la consecución de vivienda y de empleo que aparece de manera local o remota, en áreas formales o de manera emergente influyen en el ámbito urbano, ampliando el espectro hacia lo discutido en las infraestructuras de arribo. Exploramos tres escenarios donde suceden dinámicas entre el espacio y las redes y que proponen un punto de partida para indagar y aplicar el concepto de infraestructuras de arribo: los lugares de llegada en la periferia, Cedrezuela y el Madrugón.
En un estudio realizado por el Observatorio Proyecto Migración Venezuela, Diva Marcela García y José Mario Mayorga mapearon las tendencias de asentamiento de los venezolanos en Bogotá y municipios adyacentes. La investigación indica que la ubicación coincide con condiciones socioeconómicas desde la ciudad origen y que generan unas “zonas de concentración” en los niveles bajos de la estratificación socioeconómica. En el caso de Bogotá, esta distribución se localiza en áreas periféricas de las localidades Suba, Engativá, Kennedy y Bosa. De las víctimas del conflicto armado que viven en Bogotá, el 50 % se localiza también en localidades al occidente y sur de la ciudad, Suba, Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Usme. La opción de alojamiento está circunscrita a una condición socioeconómica que ahonda las dinámicas de segregación. En estas zonas alejadas del centro urbano se encuentran las mayores densidades en baja altura, visible en la figura 4.
El lugar de llegada en la periferia genera preguntas sobre patrones de asentamiento y acceso y proximidad a un medio de sustento. Mapear las redes por las cuales se produce la oferta de vivienda y empleo en estas zonas permitiría observar y visibilizar condiciones que, como nos muestra el caso de centros comunitarios en Tijuana-San Diego, pueden focalizar intervenciones sobre espacios de interacción con diferentes actores (organizacionales, empresariales, emergentes, etc.) y en la oferta de vivienda.
El caso del sector alrededor de la calle 140, conocido bajo el apodo de Cedrezuela, gira en torno a la oferta gastronómica. Este es un espacio con potencial de estudio sobre la relación entre la llegada y la adaptación afín a lo que Hall y Ayatta estudian en el Reino Unido. La zona es popular por la comida venezolana impulsada por la llegada de migrantes venezolanos a la ciudad y al sector. Estudios desde otras disciplinas reconocen patrones de llegada y el rol de las redes sociales de apoyo asociados a oportunidades de adaptación, como el grupo en Facebook que lleva el mismo nombre creado por venezolanos para connacionales. La estructura urbana del sector organizado alrededor de supermanzanas y conjuntos cerrados es poco permeable, como se ve en la figura 5. Un estudio con componentes morfológicos y etnográficos sería útil para identificar la relación entre la dinámica espacial, las redes de apoyo y la evolución hacia la estabilidad en los patrones de asentamiento, en este caso.
El espacio de negociación, entendido como el espacio no definido formalmente, es también un lugar donde se propician interacciones, de utilidad para la aproximación desde las infraestructuras de arribo. El Madrugón en el sector de San Victorino es un ejemplo de dichos espacios. Este sector comercial nace de una dinámica de migración histórica como un cruce de caminos en la zona céntrica de la ciudad. Hoy en día, los grandes comerciantes y los mayoristas se organizan en bodegas bajo un esquema de asociación tipo “centro comercial”. La asociación lleva a cabo el Madrugón, en el cual los días miércoles y sábados de 4:00 a 10:00 a. m. se alquilan “puestos” o “catres” en los pasillos con un arriendo semanal, y en época de Navidad, un arriendo mensual. La temporalidad de este alquiler les permite a los emprendimientos sin suficiente capital acceder a una red de contacto con clientes y proveedores, un sistema que eventualmente les permite lograr mejores condiciones comerciales. Los espacios de negociación en la figura 6 ilustran condiciones flexibles y temporales en relación con las redes sociales, como aspectos para tener en cuenta en la movilidad social. Por otro lado, si este tipo de condición emerge en situaciones de precariedad, se corre el riesgo de tener efectos negativos personificados por intermediarios que se aprovechan de vacíos institucionales y personas en situación de vulnerabilidad. Aquí la labor consiste en rescatar aprendizajes y preguntar ¿cómo y dónde es replicable un esquema de espacios de negociación en los cuales se propicien intercambios que apoyan la autoorganización de migrantes para ejercer agencia?
Conclusiones
Los conceptos, en su conjunto, nos permiten entender que el espacio de la migración no es uno definido, designado o permanente. Explican que la llegada a una ciudad implica una aproximación desde el proceso de acomodación por medio del ensamblaje de redes, espacios y agentes. La definición del concepto de infraestructuras de arribo nos aclara la relación entre espacio y migración, al tiempo que sugiere los aspectos que se deben estudiar o intervenir desde la arquitectura y el urbanismo, para los procesos de llegada y asentamiento en la ciudad. Los casos de Bogotá apoyan la idea que, desde la arquitectura y el urbanismo, podemos ampliar nuestro ámbito y apoyar estudios transdisciplinares.
En el contexto latinoamericano aún está por estudiar este espacio desde preguntas como: ¿cuáles son las redes y estructuras de arribo?, ¿cómo son los lugares de arribo?, y ¿cómo se entrelazan? El rol de los arquitectos y diseñadores consiste tanto en reconocer estrategias y establecer en ellas la relación entre las redes y los espacios como en participar en la producción de los espacios que propicien intercambios. Los espacios relacionados con la calle y con el espacio público en primeros pisos, centros que ofrecen diversas funciones y que sean flexibles en carácter, y el fortalecimiento en el reconocimiento de procesos y gestión social son el ámbito donde, desde lo arquitectónico y lo urbano, podemos investigar y proponer.
Una vez se comprendan los procesos, la precariedad y los vacíos institucionales son el lugar de trabajo para aportar a la atención a los grupos migrantes en nuestras ciudades destino. El real desafío consiste en proporcionar condiciones para que aparezcan infraestructuras de arribo desde abajo, sin predeterminarlas. La movilidad social desde el arribo hacia la estabilización y luego la integración y permanencia requieren intervenciones simultáneas que propicien múltiples infraestructuras de arribo cuyo ensamble sea flexible y plural.
Notas
- En el mundo “un 20 % de los migrantes se concentra en las 20 áreas metropolitanas más grandes”. Vera y Adler, Inmigrando: Fortalecer ciudades destino, 24.
- Ibid., 60 y 61.
- Saunders, Arrival City.
- Ibid., 81-94.
- Ibid., 289-300.
- Zukin et al., Global Cities, Local Streets, 4-8.
- Meeus et al., “Migration and the Infrastructural Politics”, 1-32.
- Hanhörster y Wessendorf, “The Role of Arrival Areas”, 1.
- Los autores retoman el concepto de infraestructuras de las ciencias sociales, que propone el reconocimiento de la vida social, redes, conexiones, intercambios, lo cotidiano, como componentes que hacen parte del acceso a la ciudad.
- Hall y Datta, “The Translocal Street”.
- Cruz y Forman, “Unwalling Citizenship”.
- Proponen ciudades origen, frontera, de tránsito y destino. Vera y Adler, Inmigrando: Fortalecer ciudades destino, 303.
- Ibid., 318.
- Zambrano y Bernard, en Ciudad y territorio, el proceso de poblamiento en Colombia; Aprile-Gniset, en La ciudad colombiana, y Sánchez Steiner, en su artículo “Migración forzada y urbanización en Colombia”, caracterizan la urbanización causada por industrialización, manufactura y exportación como procesos de colonización que generaron desplazamientos.
- En el 2011, Bogotá presenta el mayor producto interno bruto per cápita en Colombia, según el Departamento Nacional de Planeación, Misión del Sistema de Ciudades.
- Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, SDARIV, Plan de Acción Distrital Plurianual, 37.
- Proyecto Migración Venezuela, “Caracterización demográfica de la población migrante venezolana”.
- No incluye inmigrantes irregulares ni personas que llegan por educación o empleo de manera formal.
- El Estatuto Temporal de Protección emitido desde Migración Colombia en febrero del 2021 es una medida que contribuye a mejorar las condiciones de porosidad y posiblemente evitar infraestructuras precarias.
- La estratificación socioeconómica es una clasificación de los inmuebles residenciales para el cobro diferencial de los servicios públicos.
- Proyecto Migración Venezuela, “¿Más integrados de lo que creemos?”.
- Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, SDARIV, Plan de Acción Distrital Plurianual, 41.
- Ayala Veloza, “Propuesta de lineamientos para un plan de acción”.
- Meeus et al., “Broadening the Urban Planning Repertoire”, 15.
- Muñoz Unceta et al., “Socio-Spatial Segregation”, 305.
- Prieto, El Madrugón de San Victorino, 71-85.
- Hanhörster y Wessendorf, “The Role of Arrival Areas”, 7.
Bibliografía
-
Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación. Sistema Distrital de Asistencia, Atención y Reparación Integral a las Víctimas del Conflicto Armado Residentes en Bogotá (SDARIV): Plan de Acción Distrital Plurianual 2020-2024. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2020.
-
Aprile-Gniset, Jacques. La ciudad colombiana, tomo II. Bogotá: Biblioteca Banco Popular, 1992.
-
Ayala Veloza, Milton Eduardo. “Propuesta de lineamientos para un plan de acción para la inclusión socio-económica de la población venezolana migrante: El caso de la población venezolana ubicada en el barrio Cedritos en Bogotá D. C.”. Tesis de maestría, Pontificia Universidad Javeriana, 2019.
-
Cruz, Teddy y Fonna Forman. “Unwalling Citizenship”. e-flux, 3 de noviembre de 2020. https://www.e-flux.com/architecture/at-the-border/358908/unwalling-citizenship/
-
Departamento Nacional de Planeación. Misión Sistema de Ciudades: Una política nacional para el sistema de ciudades colombiano con visión a largo plazo. Bogotá, 2014. https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Vivienda%20Agua%20y%20Desarrollo%20Urbano/Sistema%20Ciudades/Libro-Misi%C3%B3n%20Sistema%20Ciudades.pdf?
-
Hall, Suzanne y Ayona Datta. “The Translocal Street: Shop Signs and Local Multi-Culture along the Walworth Road, South London”. City, Culture and Society 1, n.° 2 (2010): 69-77. https://doi.org/10.1016/j.ccs.2010.08.001
-
Hanhörster, Heike y Susanne Wessendorf. “The Role of Arrival Areas for Migrant Integration and Resource Access”. Urban Planning 5, n.° 3 (2020): 1-10. https://doi.org/10.17645/up.v5i3.2891
-
Meeus, Bruno, Bas van Heur y Karel Arnaut. “Migration and the Infrastructural Politics of Urban Arrival”. En Arrival Infrastructures: Migration and Urban Social Mobilities, editado porBruno Meeus, Karel Arnaut y Bas van Heur, 1-32. Cham: Palgrave Macmillan, 2019. https://doi.org/10.1007/978-3-319-91167-0_1
-
Meeus, Bruno, Luce Beeckmans, Bas van Heur y Karel Arnaut. “Broadening the Urban Planning Repertoire with an ‘Arrival Infrastructures’ Perspective”. Urban Planning 5, n.° 3 (2020): 11-22. https://doi.org/10.17645/up.v5i3.3116
-
Muñoz Unceta, Pablo, Birgit Hausleitner y Marcin Dąbrowski. “Socio-Spatial Segregation and the Spatial Structure of ‘Ordinary’ Activities in the Global South”. Urban Planning 5, n.° 3 (2020): 303-318. https://doi.org/10.17645/up.v5i3.3047
-
Prieto, Bernardo Alfredo. El Madrugón de San Victorino: Una exploración a los órdenes sociales asociados a este mercado textil popular. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2011.
-
Proyecto Migración Venezuela. “Caracterización demográfica de la población migrante venezolana en Colombia”, 22 de abril de 2020. https://migravenezuela.com/web/articulo/cuantos-son-y-donde-estan-los-venezolanos-en-colombia-/1636
-
Proyecto Migración Venezuela. “¿Más integrados de lo que creemos? Migración venezolana en Bogotá y municipios vecinos” 2 de septiembre de 2020, https://migravenezuela.com/web/articulo/mas-integrados-de-lo-que-creemos-migracion-venezolana-en-bogota-y-cundinamarca/2125
-
Sánchez Steiner, Lina María. “Migración forzada y urbanización en Colombia”. En Memorias del Seminario Internacional Procesos Urbanos Informales, Universidad Nacional de Colombia, 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre del 2007.
-
Saunders, Doug. Arrival City: How the Largest Migration in History is Reshaping our World. London: Windmill Books, 2011.
-
Vera, Felipe y Verónica Adler. Inmigrando: Fortalecer ciudades destino, tomo 1. Washington: Banco Interamericano de Desarrollo, 2020.
-
Zukin, Sharon, Philip Kasinitz y Xiangming Chen. Global Cities, Local Streets, Everyday Diversity from New York to Shangai. New York: Routledge, 2016.
-
Zambrano, Fabio y Olivier Bernard. Ciudad y territorio: El proceso de poblamiento en Colombia. Bogotá: Academia de Historia de Bogotá-Instituto Francés de Estudios Andinos, 1993. http://ieu.unal.edu.co/nuevas-adq/item/141-ciudad-territorio-proceso-poblamiento-colombia